A continuación reviviremos pasajes de las ilustres letras del Himno nacional de Uruguay, sin antes, recordar un poco de su historia y cómo se inició la obra del mismo.
El Himno nacional es aprobado por los decretos del 8 de julio de 1833, 12 de Julio de 1845, 25 de julio de 1848 y 26 de julio de 1848, más disposiciones concordantes e instrumentación aprobada por resolución del 20 de mayo de 1938. El autor de la letra del Himno es D. Francisco Acuña de Figueroa, mientras que la música fue compuesta por D. Fernando Quijano. Posteriormente se hicieron adecuaciones de instrumentación musical a cargo del maestro Gerardo Grasso y el maestro Benone Calcavecchia.
Reconociendo tal gran suceso, les compartiremos las sagradas letras del Himno nacional de Uruguay.
CORO.
¡Orientales, la Patria, ó la tumba!
Libertad, ó con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Libertad, libertad Orientales!
Este grito á la Patria salvó,
Que á sus bravos en fieras batallas
De entusiasmo sublime inflamó.
De este don sacrosanto la gloria
Merecimos: tiranos temblad!
Libertad en la lid clamaremos,
Y muriendo, también libertad!
Coro—Orientales, etc.
Dominando la Iberia dos mundos
Ostentaba su altivo poder,
Y á sus plantas cautivo yacia
El Oriente sin nombre ni ser:
Mas, repente sus hierros trozando
Ante el dogma que Mayo inspiró,
Entre libres y despotas fieros,
Un abismo sin puente se vió.
Coro—Orientales, etc.
Su trozada cadena por armas,
Por escudo su pecho en la lid,
De su arrojo soberbio temblaron
Los feudales campeones del Cid:
En los valles, montañas y selvas
Se acometen con ruda altivez,
Retumbando con fiero estampido
Las cavernas y el cielo á la vez.
Coro—Orientales, etc.
Al estruendo que en torno resuena
De Atahualpa la tumba se abrió,
Y batiendo sañudo las palmas
Su esqueleto, venganza! gritó:
Los patriotas al éco grandioso
Se electrizan en fuego marcial,
Y en su enseña mas vivo relumbra
De los Incas el Dios inmortal.
Coro—Orientales, etc
Largo tiempo, con varia fortuna,
Batallaron liberto, y señor,
Disputando la tierra sangrienta
Palmo a palmo con ciego furor.
La justicia, por último, vence
Domeñando las iras de un Rey;
Y ante el mundo la Patria indomable
Inaugura su enseña, y su ley.
Coro—Orientales, etc.
Orientales, mirad la bandera,
De heroismo fulgente crisol;
Nuestras lanzas defienden su brillo,
Nadie insulte la imagen del Sol!
De los fueros civiles el goce
Sostengamos; y el código fiel
Veneremos inmune y glorioso
Como el arca sagrada Israél.
Coro—Orientales, etc.
Por que fuese mas alta tu gloria,
Y brillasen tu precio y poder,
Tres diademas, oh Patria, se vieron
Tu dominio gozar, y perder.
Libertad, libertad adorada,
Mucho cuestas tesoro sin par!
Pero valen tus goces divinos
Esa sangre que riega tu altar.
Coro—Orientales, etc.
Si á los pueblos un barbaro agita,
Removiendo su extinto furor,
Fratricida discordia evitemos,
Diez mil tumbas recuerdan su horror!
Tempestades el Cielo fulmina,
Maldiciones desciendan sobre él,
Y los libres adoren triunfante
de las leyes el rico joyel.
Coro—Orientales, etc.
De laureles ornada brillando
La Amazona sobervia del Sud,
En su escudo de bronce reflejan
Fortaleza, justicia y virtud.
Ni enemigos le humillan la frente,
Ni opresores le imponen el pié:
Que en angustias selló su constancia
Y en bautismo de sangre su fé.
Coro—Orientales, etc
Festejando la gloria, y el dia
De la nueva República el Sol,
Con vislumbres de purpura y oro
Engalana su hermoso arrebol.
Del Olimpo la boveda augusta
Resplandece, y un ser divinal
Con estrellas escribe en los Cielos,
Dulce Patria, tu nombre inmortal.
Coro—Orientales, etc.
De las Leyes el Numen juremos
Igualdad, patriotismo, y union,
Inmolando en sus aras divinas
Ciegos odios, y negra ambicion.
Y hallarán los que fieros insulten,
La grandeza del Pueblo Oriental,
Si enemigos la lanza de Marte,
Si tiranos, de Bruto el puñal.
CORO.
¡Orientales, la Patria, ó la tumba!
Libertad, o con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!