El himno nacional de la República Dominicana es una composición musical patriótica que representa a dicho país y que junto con la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio. Su letra fue compuesta por Emilio Prud’Homme y la partitura musical del Himno fue creada por el Maestro José Reyes en 1883, quien le pidió a Prud’Homme que escribiera unos versos patrióticos que acompañaran sus compases.
Este himno se interpretó por primera vez el 17 de agosto de 1883 en los salones de la Respetable Logia Esperanza Nº. 9, en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana. La segunda ciudad donde pudieron escucharse las notas musicales del himno nacional dominicano fue Azua.
La música tuvo un éxito instantáneo, de tal forma que cuando los restos del libertador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, fueron traídos desde Venezuela en 1884, se escogió la música compuesta por el maestro Reyes.
Letra del Himno nacional República Dominicana
Adoptado: 30 de Mayo de 1934
Letra: Emilio Prud’Homme
Música: José Reyes
Quisqueyanos valientes, alcemos
Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos
Nuestro invicto glorioso pendón.
¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,
A la guerra a morir se lanzó,
Cuando en bélico reto de muerte
Sus cadenas de esclavo rompió.
Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece
Que templó el heroísmo viril,
Mas Quisqueya la indómita y brava
Siempre altiva la frente alzará;
Que si fuere mil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.
Que si dolo y ardid la expusieron
De un intruso señor al desdén,
¡Las Carreras! ¡Beller!, campos fueron
Que cubiertos de gloria se ven.
Que en la cima de heroíco baluarte
De los libres el verbo encarnó,
Donde el genio de Sánchez y Duarte
A ser libre o morir enseñó.
Y si pudo inconsulto caudillo
De esas glorias el brillo empañar,
De la guerra se vio en Capotillo
La bandera de fuego ondear.
Y el incendio que atónito deja
De Castilla al soberbio león,
De las playas gloriosas le aleja
Donde flota el cruzado pendón.
Compatriotas, mostremos erguida
Nuestra frente, orgullosos de hoy más;
Que Quisqueya será destruida
Pero sierva de nuevo, ¡jamás!
Que es santuario de amor cada pecho
Do la patria se siente vivir;
Y es su escudo invencible: el derecho;
Y es su lema: ser libre o morir.
¡Libertad! que aún se yergue serena
La Victoria en su carro triunfal,
Y el clarín de la guerra aún resuena
Pregonando su gloria inmortal.
¡Libertad! Que los ecos se agiten
Mientras llenos de noble ansiedad
Nuestros campos de gloria repiten
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!